Tras más de 11 años trabajando en la misma empresa, un trabajador se encontró con una carta de despido que le dejó sin trabajo. Pero en lugar de coger sus cosas y marcharse pacíficamente, quiso dejar un 'regalo' que ahora le va a poder llevar a pasar una temporada en la cárcel.
Antes de que llegara el despido, el trabajador ya contaba con un plan para dejar su huella en la empresa. En concreto, un software que había desarrollado que ha recibido el nombre de "Kill Switch" y cuya activación causó grandes daños a la infraestructura de la empresa, tal y como ha recogido PCGamer.
Un sabotaje a su antigua empresa que le va a salir muy caro
Esta venganza ya comenzó en el año 2018. En este momento la compañía hizo diferentes reajustes en la plantilla que hizo que las tareas del trabajador se vieran reducidas. Esto no le gustó prácticamente nada y comenzó con las tareas de sabotaje con el borrado de archivos de los perfiles de sus compañeros para que no iniciaran sesión.
Estos programas con 'bucles infinitos' para hacer daño a su empresa recibieron un nombre muy curioso: "Hakai" que se traduce desde el japonés como "destrucción". La verdad es que no podía tener mejor nombre debido a todo lo que comenzó a hacer con este tipo de programas en la infraestructura de una empresa.
Pero para el Departamento de Justicia de Estados Unidos el software que causó más daño causó a la sociedad fue 'Kill Switch'. Un programa que se activó automáticamente en septiembre de 2019 tras ser despedido y que causó un daño que llegó a usuarios corporativos de todo el mundo. No únicamente a sus compañeros físicos en la compañía. Esto es algo que se ha dado con unos daños materiales de varios miles de millones de dólares.
El bloqueo de los sistemas que estaban sufriendo todos estos empleados a través de un código se localizó como foco emisor en un solo ordenador. Este era el ordenador del acusado y también el servidor donde se estaba desarrollando le pertenecía. El acceso solo lo tenía él.
Debido a estos grandes daños causados por el software que había desarrollado, con pensamientos de vengarse de su empresa, se enfrenta a grandes penas de cárcel. El jurado ya ha determinado que es culpable y se enfrenta a 10 años de cárcel.
El acusado no está de acuerdo con la decisión del jurado, ya que cree que es completamente inocente con respecto a este delito que le han asignado. Ahora le quedará el recurso a instancias superiores para que vuelva a ser analizado el uso de este software en el mundo empresarial.
Imágenes | Mika Baumeister Mikhail Fesenko
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